Si piensas que abatido, triste y solo;
me he de encontrar por ti, que me dejaste
guarda para otra vez tu sucio dolo
no pienses que por ti sufro y tremolo
pues conmigo esta vez... ¡te equivocaste!

Acaso pienses que por ti padece
el corazón aquel que fue tan tuyo
mas tu amor ni una lágrima merece
y al contemplarte ¿sabes? me parece
que nada es tu desdén contra mi orgullo.

Cierto que fuiste de mi amor tirana
cierto también que mucho te quería;
que fuiste de mi amor la soberana
mas lograste apagar la inmensa flama
de aquel amor que iluso te tenía.

Y aquel amor que en mí vivió cautivo
rompiendo el cerco en el que estaba preso
buscó la libertad con gesto altivo
se convirtió en fragancia de suspiro
pues lo mató de su dolor el peso.

Hoy todo muerto está... no existe nada
de aquel amor que acaso nos tuvimos
y que al fin como planta marchitada
triste se encuentra, mustia, desolada;
porque así lo quisiste... o lo quisimos.

Un consejo te doy, sinceramente:
jamás vuelvas los ojos al pasado
ni pienses que al volver seré clemente
pues el cariño que te di, vehemente
no podrá renacer... ¡está olvidado!

...EFRAIN ALATRISTE NAVA